El pasado 21 y 28 de agosto, la Universidad Tres Culturas se convirtió en el escenario de la tercera edición del curso de cultura de la legalidad dirigido a jóvenes. La jornada, que se desarrolló de 10:00 a 14:00 horas, reunió a estudiantes y personas voluntarias de la asociación Niños de Hoy A.C., quienes asumieron el reto de reflexionar críticamente sobre su papel en la construcción de una sociedad más justa.
Lo interesante de este grupo de 18 jóvenes de diferentes edades, es que no solo se encuentran inmersos en la vida escolar, sino que muchas y muchos de ellos también trabajan, lo cual les permite tener una lectura mucho más amplia y cercana a la realidad sobre los desafíos que enfrentan sus comunidades. Este contexto enriqueció la experiencia, aportando múltiples perspectivas a lo largo de las sesiones.
Durante el curso, las y los participantes exploraron qué significa realmente vivir en una cultura de legalidad, donde existen normas y leyes que ayudan a regular el comportamiento de las personas y garantizar una convivencia pacífica en los entornos.
A través de ejercicios prácticos se analizaron los impactos que las decisiones cotidianas tienen en el entorno, y cómo cada persona puede contribuir al fortalecimiento de la legalidad desde lo cotidiano: en casa, en la escuela, en el trabajo o en los espacios públicos. De esta forma fue posible plantear posibles estrategias para atender problemáticas reales, de manera que las y los participantes se comprometieron a participar activamente en favor de su comunidad.
El presidente de la asociación Niños de Hoy destacó lo valioso que fue tener acceso a esta formación, señalando que les ayudó a ampliar su visión profesional y a descubrir nuevas formas de incidir positivamente en la sociedad. Finalmente, concluyeron satisfactoriamente haciendo tres propuestas de proyectos de acción comunitaria y teniendo claro que la cultura de la legalidad no es un tema exclusivo de personas profesionales del derecho, como pensaron en un inicio o como una formación hacia funcionarios públicos; sino que también es terreno fértil para estudiantes, profesionistas y ciudadanía en general que quiera construir un entorno más equitativo, solidario y armonioso.